El buey de mar (Cancer pagurus) es un crustáceo de diez patas, delicioso, que se halla en el Mar del Norte, norte del Atlántico y en el Mar Mediterráneo. El buey de mar es robusto, de color rojo pardizo, con una caparazón oval y con unas pinzas negras que suelen ser de mayor tamaño en machos que en hembras. Esto les ayuda en su día a día para diferenciarse entre ellos, ya que los machos son muy agresivos entre ellos. Los adultos maduros pueden tener una caparazón de un ancho de 25 cm y pesar 3 kg. Su expectativa de vida natural es cerca de 20 años.
Abunda en el noreste del océano Atlántico de Noruega al norte de África en el sur, en terrenos gruesos mezclados, de marga y arena de sublitoral playa hasta cerca de 100 m. Se encuentra habitando grietas y agujeros en rocas pero ocasionalmente también en áreas abiertas. Los más pequeños especímenes pueden encontrarse bajo las rocas en la zona litoral.
A lo largo de su vida mudan su caparazón en varias ocasiones y, como otros crustáceos, tienen la capacidad de reproducir los miembros después de ser arrancados o rotos. Son animales nocturnos que se encuentran en grietas y agujeros en rocas pero ocasionalmente también en áreas abiertas, momento en el que suelen salir a alimentarse de otros crustáceos, moluscos y equidermos. Los más pequeños especímenes pueden encontrarse bajo las rocas en la zona litoral.
Para consumir buey de mar, solamente hace falta cocerlos durante unos minutos y armarse con buenas pinzas y utensilios para extraer su deliciosa carne. En el caparazón es donde se concentra la mayor parte de la misma, que puede aderezarse con vino oloroso fino o manzanilla para potenciar su sabor.
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